Me daría mucha pena que al final fuera la chaqueta de la cuarentena, pero lo que es verdad es que este tiempo en casa ha servido para acabar por fin esta chaqueta, ya en plena primavera.
De lana gordita y rústica, de canesú redondo que tan bien se acopla sobre todo con estas lanas que tienen tanto cuerpo. Los botones, los únicos que tenía por casa, le van que ni pintado.
Y por si todavía no lo habéis hecho pasaros por mi Instagram @miniyo_style, os regalo uno de mis patrones durante el confinamiento.
Un beso muy fuerte y mucho ánimo, ya nos queda menos y venceremos!!