Siempre había querido tener un gato de la fortuna, pero sinceramente no iban mucho con el estilo de mi pequeña casita de cáscara de nuez.
En Japón puedes encontrar gatos de la fortuna de todos los estilos posibles así que al fin tengo el mío de arpillera dándome la bienvenida cada día!
El resto de cosas que me traje de Japón poco a poco van encontrando su sitio.
Como esta lámina infantil que compré en Miyajima que al fin tiene su marco Ribba y su hueco de pared para ser colgada.
Sólo hay un problema: no tengo ni idea de lo que dice!!
Algún japonés en la sala??
ResponderEliminarpues yo tampoco lo se. . pero lo preguntaremos.
Gracias por tu comentario. . tu punto si que es bonito. http://conmilamoresyseda.blogspot.com.es/