Mis amigas no son laboriosas. Son las mejores amigas y tienen muchas virtudes pero laboriosas, laboriosas, no son.
Como en todo, no se puede generalizar y en mi grupo de amigas tenemos a la laboriosa de Rosa.
Hasta hace nada sólo sabía hacer punto bobo, pero no había chaqueta que se le resistiera: lana, algodón, manga corta, larga, torera o chaquetón, ella tejía su propio patrón y Sofía lucía como nadie sus creaciones, hasta de boda iba la niña preciosa.
Esta vez Rosa quiso arriesgar y se lanzó a la manga raglán, un par de cafés con labores de por medio y... la chaqueta sin terminar!
Se le atragantó con tanto café... al final ha sido nuestro proyecto conjunto y así de mona ha quedado!
Ahora se quiere lanzar a las capuchas con orejas!!... tanta labor se le está yendo de las manos...
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