La lampara es la clásica Leran de Ikea que mi madre pintó con chalkpaint rosa empolvado y ha quedado súperdulce.
Como sillón de lactancia utilizamos la mecedora Eames que ya tenía en el salón y ha pasado a la habitación de Lola. Quizás no parezca muy cómoda pero para mi tiene el tamaño ideal para apoyar los codos y con este cojín de punto con un relleno superblandito para la espalda me resulta comodísima.
La habitación de Lola tiene un armario empotrado, pero su ropita es tan bonita que me daba pena colgarla dentro, así que le puse una minibarra colgando de una balda y la verdad que los vestiditos ahí quedan monísimos.
Las flores que veis en al botellita son de uno de los centros que nos enviaron al hospital, al llegar a casa las dejamos secar dentro de un armario y han quedado de un color precioso. Un bonito recuerdo para decorar su habitación.
El papel pintado de una de las paredes es de Galiana, unos puntitos rosas que van haciendo la forma de nubes de diferentes tamaños, es muy sutil (casi ni se aprecia en la foto), pero según le da la luz queda precioso.
Y aún queda por colgar una estantería casita pintada con chalkpaint, unas balditas para los cuentos, otra para los zapatitos (que también voy a poner a la vista), hay que comprar una alfombra... mil cosas que poco a poco os iré enseñando por aquí.
Espero que os haya gustado la habitación de la princesa.
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